No sé si ya lo he dicho. Me parece que no. Todas las fotos que vaya subiendo referidas a los sitios en los que estuve en mi escapada por el Mediterráneo están tomadas con una Olympus OMD EM-10, una cámara de 400 gramos que cabe, junto con un par de objetivos más, en un bolso normal y corriente junto con el teléfono y el tabaco.

La imagen de hoy es una panorámica (4 tomas) de la ciudad croata de Dubrovnik, un lugar completamente infestado de turistas. Entre ellos, yo.
Está a 1920 px de ancho.
Historias de un patán: Con un calor sofocante, recorriendo la muralla de la ciudad bajo un sol de justicia, y después de dejarme la gorra en el barco, éste fue el momento que escogí para, no sé como, pulsar inadvertidamente unos cuantos botones y desconfigurar completamente la cámara

Al final, la sangre no llegó al río, y pese a un principio de insolación, tiré por el método clásico, prescindiendo de las ventajas que da el visor electrónico de la cámara, y disparé las cuatro fotos al borde del desmayo. Eso sí, pasé buena parte de la tarde en el camarote, releyendo el manual de la cámara en el teléfono

Saludos.
La putada es gorda, pero el resultado que produjo es inmejorable, te felicito. Lo de la infectacion se comprende al mirar al lado derecho de la fotografia.
ResponderEliminarA piques de espichala, Manugal, a piques estiven.
ResponderEliminarSaúdos.