5/7/12

Xestosa

Hola:

Aquí estamos de nuevo, dando la vara tras una larga temporada, tal como ya adelanté en la entrada anterior. Sigo de obras y eso no facilita mucho mantener esto al día. En fin, me reconforta pensar en los faraones egipcios esperando a que acabasen de construir sus pirámides... Pero hoy me voy a desquitar y voy a colgar más fotos de lo que es habitual en una entrada más extensa.

Un año más, durante el mes de Junio, y esto es aquí una tradición, partí una mañana de sábado acompañado del Carcamalillo y de una empanada cool a pasar un día por esos montes de Dios disfrutando de una nueva edición del Rallye de Ourense, la 45ª en este caso. Después de un madrugador tramo invernal en el Alto do Couso, cogimos los petates y nos plantamos en la mitad del tramo de Toén, en la localidad de Xestosa, de la que es natural mi buen amigo Quino al que va dedicada especialmente este entrada.

Todas las fotos que aparecen a continuación están tomadas en la misma curva, a la salida del pueblo. Los tres o cuatro primeros coches, los "pata negra", pasaron la curva como es habitual, es decir a toda h*st**.

Una de las consecuencias de su paso fue que en el medio de la curva se empezó a acumular cierta cantidad de tierra, lo que hizo que el asunto comenzara a ponerse ciertamente interesante si:

Un par de coches más, un poquito más de tierra. Comienzan los problemas serios guauu:

Nuestra situación era ideal, situados en un pequeño altillo junto con otros dos fotógrafos. Todos empezamos a frotarnos las manos y a engrasar el botón ante lo que se nos venía encima ilusion. En la siguiente imagen vemos a Santi Cañizares (si, si, el exportero del Real Madrid) intentando conservar los empastes en los dientes, antes de quedarse completamente cruzado en la mitad de la carretera. Zapatero a tus zapatos.

Aquello se estaba poniendo realmente interesante y todos comenzamos a palmearnos mutuamente las espaldas en un ambiente de franca camaradería risa_burla viendo que nos había tocado el Gordo de Navidad, esa situación con la que todo fotógrafo de rallyes sueña y que se presenta pocas veces en la vida. Queremos más, queremos más...

Increíblemente el coche de la anterior imagen pudo salir adelante aunque con una trazada un tanto peculiar. Claro que otros estaban dispuestos a probar alternativas diferentes partirse:

También el anterior logró continuar gracias a la amplia cuneta, eso si, con unas cuantas tuercas menos. Pero amigos, la crisis no perdona. Y las arquetas para el agua tampoco . El fin de fiesta fue una vuelta de campana completa con un final digamos... estático, tal como recoge la última imagen, tomada por el Carcamalillo:

He ido a bastantes rallyes en mi vida con mis colegas, y con mi hijo desde que tenía tres o cuatro años. Nunca, repito, nunca nos lo habíamos pasado tan bien en una sola curva. Ya hemos decidido que el año que viene vamos a llevarnos una pala... por si no hay suficiente tierra en el trazado. lengua

Saludos.