25/7/18

Fin de curso y paradiña

A estas alturas del año, y cuando ya estoy hasta las gónadas de mis asuntos laborales, se impone un breve respiro y una esperada desconexión. Veremos si es posible.

No es que esta página funcione por cursos, pero mi vida sí, así que aquí dejo una última foto antes de una breve parada. En un ambiente crepuscular que viene bien al momento, se trata de nuevo de la iglesia de San Pedro, en Gijón, que ya aparecía unas entradas más abajo.


Buen verano a todos,  y saludos.

23/7/18

Cosme

Si yo fuese un fotógrafo de naturaleza como dios manda (no es el caso) debería identificar perfectamente a qué especie pertenece Cosme, un amigo que hice este fin de semana. Además añadiría su nombre científico y quedaría como un señor. Sin embargo, lo más que puedo decir es que a mí, Cosme me parece una cebra mutante.


Como cantaba Rumba Tres, "no sé qué tienen tus ojitos que me vuelven loco, que me vuelven loco...". Ay, Cosme, ladrón, me has robado el corazón.

Saludos.

P.D.: Por lo que parece, Cosme es una mosca de la carne (Sarcófaga carnaria). Menudos amigos que me hago últimamente.


20/7/18

Cáceres tormentoso

Había estado un par de veces antes en Cáceres, sin pararme demasiado. La verdad es que las circunstancias tampoco lo hubieran permitido porque en ambas ocasiones la temperatura rondaba los cuarenta grados. De hecho, en una de esas veces un par de miembros de la carcamalada estuvieron al borde del golpe de calor.

Bien, este año volví por allí en el mes de mayo. ¿Y qué fue lo que me encontré? Algo que este año no sorprenderá demasiado a nadie: una tremenda tormenta. De hecho tuvimos que comprar un paraguas para poder patear algo la ciudad. ¡Yo, un gallego, comprando un paraguas en Cáceres! Condenado año.

Saludos.

14/7/18

He vuelto

Si ayer era el castillo de Trujillo, hoy dejo otra foto hecha en el mismo lugar pero con un tema diferente: la avifauna urbana, que diría un "enterao".


A diferencia de las fotos de los buitres de Monfragüe que están por ahí abajo, que fueron hechas con la Canon 7D, esta foto esta hecha con la Olympus EM-10, que no especialmente rápida enfocando. Además, la toma tuvo su coña, porque para ir lo más ligero posible en una visita que se presumía breve dejé un objetivo en la maleta suponiendo que era el 60mm Macro y que lo que llevaba encima era el 17 mm y el 40-150 con el que, a esa distancia, le hubiera sacado los pelos del sobaco a la cigüeña. Pues no, el que dejé en el coche fue el 40-150. Así que ahí tienes mi primera foto de acción sacada con un objetivo macro. 

Saludos.

13/7/18

Trujillo

En la imagen, el castillo de Trujillo, en Cáceres. Un lugar que merece una visita más detenida que el par de horas que pasé por allí. Las circunstancias mandaban, porque... ¡oh, que raro, algo insólito este año!: tormenta a la vista.


El 17 mm en acción. Ahí están las nubes que descargaron sobre nuestras cabezas un poco después, en plena visita al casco histórico de Cáceres.

Saludos.

11/7/18

Monasterio de Armenteira

Una escapada de unas horas a la costa de Pontevedra para visitar ¡un bosque de sequoyas!   y caí sin tenerlo previsto en Armenteira, lugar donde empieza la "Ruta da Auga e da Pedra" que no tengo el gusto de conocer aún, pero que está apuntada gracias a la recomendación de una amiga senderista que tengo.

El lugar es conocido también por el monasterio románico de Santa María. La foto muestra la iglesia del mismo.

 Saludos.

8/7/18

Vuelvo a Granada

Antes de nada pido disculpas por los cables que cruzan el cielo, pero estaban allí y no tengo ni ganas ni la menor intención de clonarlos. Una pano de Granada tomada desde el Sacromonte.

 Para Elvira.

7/7/18

San Pedro

Parece que va de santos últimamente. Esta es la iglesia de San Pedro, en Gijón, en una imagen tomada al caer el Sol.


Como casi todo lo que hago desde hace un par de meses, la foto está tomada con el 17 mm, que me sigue dando alegrías y enseñándome.

Saludos.

4/7/18

Devoción

Mirando un mapa resulta claro que las Azores están en el medio de ninguna parte, aunque esa parte sea ni más ni menos que el océano Atlántico. En la isla de Sao Miguel hay un pueblito llamado Faial da Terra que está en medio de ninguna parte de la ninguna parte anterior, es decir, donde por no llegar no llegan ni los inspectores de hacienda. Allí fue tomada la imagen que pongo hoy. Creo que refleja bien el inmenso poder que durante milenios han tenido las religiones.


Como ya he comentado en alguna ocasión anterior, tengo que confesar que a finales del siglo pasado fui uno de los incautos que confiaban en que en unas cuantas décadas las religiones pasarían a ser un recuerdo del pasado. Hoy basta hojear cualquier periódico para comprobar lo estúpidos que fuimos entonces.

Un saludo.