La ocasión no se podía desaprovechar, así que hice la gran machada y, tras un día agotador, cogí un autobús al atardecer y allí me planté con todo mi equipo metido en el bolso. Quiero decir, en el bolso donde normalmente llevo el tabaco, el teléfono y poco más...
Por poner algo que se salga de lo habitual, subo hoy esta imagen en blanco y negro. Ya vendrá alguna en color.
Con cierto sonrojo, tengo que confesar que, en contra de la norma de la casa, esta foto está hecha con trípode. ¡Sí, es cierto! No me duelen prendas admitirlo. Con un trípode... ¡de 12 centímetros de alto!
Saludos.