Desde lo alto

Hola:

Como se entreveía en la entrada anterior, el pasado fin de semana he tenido el placer de darme un garbeo más allá de los lindes de mi ciudad. Ya vendrán fotos del destino final de ese viaje, pero hoy quiero subir una foto que tiene algo de especial para mí. Como veréis, no es que se trate de un "fotón" tremendo, pero es la primera fotografía de este tipo que tengo ocasión de hacer.

¿Desde dónde está tomada? ¿Desde un edificio muy alto? Noooo... ¿Desde lo alto del cortado de una montaña? Noooo... Amigos, esta es mi primera foto aérea. Sí. La foto está tomada desde un avión, momentos antes del aterrizaje.

Dejo, a continuación, la murga técnica para los frikis. A los demás, un saludo.

Amigos frikis, por desgracia la foto no está sacada desde una de esas avionetas con la cabina abierta que te lleva por donde tú quieres, que es lo suyo, lo "pro". La foto está disparada con el único encuadre decente disponible desde mi inamovible posición en un vuelo comercial, desde detrás de la doble ventana de plástico rallado de un avión que, todo hay que decirlo, no estaba tan sucia como suele ser habitual, aunque sí algo empañada por fuera. Tampoco está hecha con una 5D Mark III, sino con una cámara M4/3 que cabe en el bolsillo de una gabardina y que vale cinco o seis veces menos.

Así que el primer sorprendido al ver la imagen original fui yo. No me esperaba nada parecido ni de coña, aunque la previsualización en la cámara no tenía mala pinta.

(Ahora viene la parte repetitiva. Puede ser un buen momento para que dejes esto y te vayas a hacer algo de provecho. Último aviso para los señores pasajeros...)

A todo esto, la imagen original no enamoraría a mucha gente. Aquí está, en un revelado completamente plano del RAW, y con su histograma, por si quieres compararla con la versión final que aparece arriba:

Si se dispara en formato RAW, y desde un punto de vista puramente técnico, ésta es "la mejor imagen que se puede obtener". Si, una imagen plana, lavada, sin contraste... y con el histograma en su sitio. Y, aunque a muchos les suene raro, en mi opinión de eso es de lo técnicamente se trata, hoy en día y como siempre ha sido: de hacerse con la mejor materia prima que puede obtener una cámara de fotos, aunque cuando la veas en la pantallita de la máquina se te caiga el alma al suelo y te entren ganas de volver a tu cámara compacta de "mira, qué chula ha salido".

De esta imagen a la foto final no hay que inventarse nada. Todo está ahí, como la estatua en la piedra. Cada uno intenta hacer con ello lo que mejor puede y sabe. Lo que está claro es que a los buenos escultores les gustan las mejores piedras, y a los peores también...


Un saludo.