Indíbil, Mandonio y la sota de oros

Hola:

Traigo hoy una foto de mis buenos amigos Indíbil y Mandonio, dos ánsares comunes con mucho carácter que suelen frecuentar, al igual que otros 26.000 congéneres, las lagunas de Villafáfila, en Zamora. Estas aves, procedentes de lugares tan alejados como los países escandinavos o Islandia, pueden pesar entre 3 y 5 kg, y alcanzar una envergadura de alas de 1,80 m.

Además de los susodichos aparece ahí a un lado, como la sota, otra ave. A mí me gusta como queda.

Un saludo.


Hacía muchísimo tiempo que no usaba mi modesto pepino, un Canon 70-300, el teleobjetivo de que dispongo para la 7D. Tanto tiempo hacía que cuando lo cogí, media hora antes de tomar esta foto, estuve quince minutos haciendo el gilipuertas con él.

El caso es que en la cámara tengo grabados unos ajustes personalizados para fotografía de acción (animales, deportes, rally...) y después de tanto tiempo sin utilizarlos no recordaba que tenía separado el enfoque en otro botón diferente del disparador. Esto es muy útil y debería tenerlo siempre así, pero como alguna que otra vez quien dispara la cámara es otra persona, prefiero mantener el disparo lo más simple posible para que el personal no se líe.

Así que cuando pulsaba hasta la mitad el disparador, la cámara no enfocaba. Y yo venga a darle botoncito por aquí y botoncito por allá, y que si quieres arroz, Marcelino. Y así me pasé unos buenos minutos hasta que caí de la burra, momento en el que deseé que Indíbil y Mandonio me picoteasen las gónadas.

Moraleja: no se puede ser tan perro, y hay que darle más al dedo.

Saludos.