La imagen que sigue está tomada en la playa de Espiñeirido, una de mis playas favoritas. La "descubrí" junto a mi mujer hace unos veinte años cuando, como ahora, nos gustaba meternos por pistas hasta encontrar sitios diferentes, con poca gente y con encanto. Una playa que sientes como propia porque, si hay alguien, está a doscientos metros de distancia. Afortunadamente, en Galicia aún quedan algunos sitios como éste.
Lo más coñero del asunto es que, tras descubrirla, llevamos allí a tres o cuatro amigos. Entre ellos, a mi cuñada Ana, que inmediatamente quedo aturdida, embelesada y enamorada de la playa, hasta tal extremo que, a partir de aquel momento, nos prohibió decirle a nadie donde estaba para evitar "masificaciones".
Podemos llevar a quien queramos y enseñársela, pero revelar su existencia sin mas, no. 
Y así ha sido desde entonces.
Pues nada, lo dicho: la foto está dedicada a Ana, "la guardiana de Espiñeirido".
Saludos.
2 comentarios:
Me gusta el enfoque con las lineas de conchas en el centro y la piedra de la izquierda con el color verde y amarillo. Cojonudo el gris azulon de las nuves.
Gracias, meu.
No ando muy bien de tiempo últimamente, pero tengo alguna visita e un blog pendiente.
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