26/5/18

Plasencia

En el garbeo que nos dimos por la provincia de Cáceres, establecimos una primera base de operaciones en Plasencia. La única vez que había estado allí anteriormente la temperatura debía rondar los cuarenta y dos millones de grados, por lo que comimos donde pudimos y salimos volando de allí.

En esta ocasión las cosas fueron distintas. Una ciudad agradable y monumental con la cerveza a precios astronómicos. Qué se le va a hacer. La foto, tomada literalmente a la carrera, muestra la curiosa iluminación nocturna del ayuntamiento.


Al día siguiente tenía intención de repetir la toma para mejorar el encuadre (esa puerta cortada por la columna me mata), pero me encontré con un montón de vallas en el medio preparando el mercadillo del día siguiente. La próxima vez será.

Saludos.

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