27/9/18

Lisboa

Lisboa. Hacía muchísimos años que no me daba una vuelta por la ciudad, al menos tantos como hace que el gobierno portugués decidió, en plena crisis económica, cobrar por transitar por las autovías anteriormente gratuitas y hacerlo de la forma más estúpida posible. Pero claro, al final siempre se acaba volviendo a Lisboa.

La verdad es que no escogí el mejor momento para volver. Pleno mes de agosto y la mayor ola de calor que haya sufrido la ciudad en los últimos dos millones de años. La miniatura que se ve a la derecha es una foto del termómetro de mi coche "nada más parar" en un área de servicio de la autopista a la entrada de la ciudad. Sí, amigos. ¡47,5 grados!. Pa espicharla, vamos. Y así, más o menos, los tres días que estuve por allí.

Además, y según me dicen, Lisboa está de moda en medio mundo, así que a mediados de agosto la ciudad está absolutamente tomada por los turistas y más parece un parque de atracciones que otra cosa. Por desgracia esto es algo cada vez más habitual en todas partes. Aún así, ahí está su encanto particular. La imagen que dejo hoy no es precisamente un alarde de originalidad, sino la típica foto tomada desde el castillo de San Jorge. Al menos la luz del momento no estaba mal.


Saludos.

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