Cova de Lobo

Hola:

Amigos, este blog acaba de cumplir seis años, que se dice pronto. Antes de nada, y dadas las fechas en que nos encontramos, quisiera expresar mi deseo de que todas nuestros asuntos vayan a mejor para que podamos tener un...
 

Bueno, muchas novedades. Por fin, y tras darle vueltas estúpidamente durante bastante más de un año, dispongo de mi trípode nuevo  . Se trata de un Manfrotto 055X Pro B con una rótula de bola 498RC2. Un bicho gigantesco que en conjunto pesa... ¡3 kg! Me temo que cuando me dé alguna caminata con él a cuestas me acordaré de todos mis antepasados. Eso si, para moverlo es necesario patearlo a conciencia. Cualquier comparación con mi viejo Velbon de plástico me produce carcajadas.

Estabilidad, estabilidad y estabilidad. Por fin dispongo de este elemento imprescindible para muchos tipos de fotografía. Y claro, había que probarlo. Así que ahí va una primera imagen. Es la capilla de San Benito de Cova de Lobo. No deben existir muchos ourensanos que no hayan sido ofrecidos a este santo con el fin de curar alguna verruga.

San Benitiño da Cova do lobo,
hei de ir alá, miña nai,si non morro,
hei de levar un bota de viño
e unha bola de pan para o camiño.

 Amigos, no hay color: estabilidad = nitidez, y punto. La fotografía tiene un tiempo de exposición de 30 segundos, ¡y la cámara no se ha movido ni un ápice!

Tengo que comentar que la foto no se podría haber tomado sin la imprescindible colaboración del Carcamalillo, que amablemente me acompañó en esta ocasión, ya que está tomada en completa oscuridad, y las únicas luces presentes en el primer plano eran las de los cirios rojos de las ventanas. El resto, todo negro. Así que mientras el obturador estaba abierto, yo me dediqué a darle a la capilla cinco o seis destellos de flash desde la izquierda, mientras el Carcamalillo iluminaba la escena con una linterna de leds desde la derecha. Esto es "pintar con luz", y es la primera vez que, por fin, lo he hecho en condiciones aceptables.

Y ya puestos, la Luna quiso también colaborar, y creó un flare (destello) de color sobre la nubecilla.

Un último comentario, que espero no resulte presuntuoso, pues no lo pretende. Como dije al principio, este blog ha cumplido ya seis años. Cuando miro ahora la primeras fotografías que colgué aquí no puedo más que sonreír. Si en aquel entonces me hubieran dicho que algún día pondría una imagen como la que he subido hoy, no me lo hubiera creído. Eso significa que estoy aprendiendo, y eso es lo que más me gusta en esta vida. Todo el esfuerzo ha merecido la pena.

Un saludo, y feliz año para todos.