Ya en la antigüedad contaban algunos historiadores romanos, como Abelardo el Lenguaraz , que en los alrededores del puerto de Baesippo (hoy Barbate), en la playa de la Hierbabuena, era frecuente ver emerger de las aguas a jóvenes y risueñas sirenas jugando con las olas cual traviesos delfines. He aquí la prueba.
Para Sara.
Saludos.
2 comentarios:
Bonita foto y muy guapa chica. Ya lo sabe ella y ya lo sabes tú. Las sirenas, como decía Borges, son un producto de la memoria y no de la imaginación como se suele creer, pues para que existan es necesario "recordar" a la mujer y al pez.
Un abrazo,
Thanks, Víctor.
Ya sabes que a mí todos los seres procedentes del mar me encantan: las sirenas, los xurelos, las nécoras...
Saludos.
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