Me parece que no descubro ningún secreto si digo que tengo una especial predilección por los cabos. No me refiero a los tomateros, a cuyo "restringido" club pertenecí durante unos infaustos meses, sino a los geográficos. Por fortuna, en Galicia estamos muy bien surtidos.
Bien. Pues hoy le toca por fin el turno a mi cabo favorito: el Ortegal, situado en el extremo norte de la provincia de A Coruña. En dos palabras: bes-tial.
Aquí tenemos el lado oriental del cabo:
En la foto anterior se pueden ver al fondo unos "peñascos". Se trata de Os Aguillóns (Los Aguijones), y no, no son peñascos. Son auténticas montañas de roca, capaces, cada una de ellas, de mandar a pique a un portaaviones sin pestañear. ¡Ah, Atlántico, cómo eres!
La última foto es del lado occidental del cabo, el más expuesto al océano. La madre de todos los acantilados. Telúrico, telúrico a más no poder. Si en este sitio no sientes la fuerza de la naturaleza, apaga y vámonos...
Saludos.
4 comentarios:
Hoy no me voy de tu blog sin dejar un comentario, por muy complicado que me lo ponga el maldito código ilegible de blogger. Querido Carcamal: tu blog es mi rincón "cura-morriña". Gracias por esas fotos maravillosas y por acercarme el lejano cabo que tantas veces he disfrutado.
Bicazo!!!
Paula.
Gracias por tu comentario, querida Pauliskaya.
No te lo creerás, pero hoy, antes de comunicarnos, me acordé de ti. Te lo explico con la entrada que está dos lugares más arriba.
Un beso.
Para mí, el mejor lugar del planeta, sin duda.
Estoy contigo en lo de que "Si en este sitio no sientes la fuerza de la naturaleza, apaga y vámonos..."
Saludos desde Mataró y gracias por compartir estos paisajes :)
Gracias a ti por comentar, Xesca.
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