Dejo hoy una imagen de mi amigo Igor, de mirada adusta pero de buen corazón. Nos encontramos hace un par de años en Cabárceno, y nuestra amistad surgió de forma inmediata.
Un saludo.
La foto fue tomada con el teleobjetivo del que dispongo, al que habitualmente me refiero con el nombre de "el pepino". Es un Canon EF 70-300 en su primera versión que, por lo que tengo entendido, ya ha sido renovado hace tiempo. No es un "pata negra" ni mucho menos (de esos no tengo ni el primero), pero como lo utilizo menos de lo que debiera, a mí me va llegando. Además esta estabilizado, lo cual agradezco mucho porque mi pulso no es precisamente de ladrón de panderetas.
En esta imagen se utilizó la focal más alta, 300 mm. Como el sensor de la Canon 7D es de tamaño APS-C, la focal equivalente es de ¡480 mm!, lo cual no está nada mal, y permite unas aproximaciones importantes, que en cámaras de formato completo salen por un ojo de la cara. Alguna ventaja teníamos que tener los pobres, qué carajo.
Así que gracias al "pepino" pude tomar esta imagen desde una distancia considerable. Considerable... y prudencial. Igor es bastante impredecible.
Saludos.
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