Hacía mucho tiempo que no estaba en Portugal, concretamente el mismo tiempo que hace que el gobierno del país vecino consideró necesario establecer peajes en las autovías y encargó el diseño del sistema de pago al pato Donald.
La cuestión es que la foto que traigo hoy, una panorámica de ocho tomas (a pulso, como siempre), me trae viejos recuerdos. De ahí el II del título Pero vamos con la foto, que intenta mostrar el interior de la estación de tren de São Bento, en Oporto:
Lo de los recuerdos viene porque en el año 2010 (ya llovió un poquito) estuve en este mismo sitio e hice otro intento de panorámica con un encuadre similar. En aquella ocasión fueron 13 tomas, y en aquel momento el resultado que obtuve me pareció el-no-va-más del arte fotográfico, merecedor de varios premios internacionales dotados cada uno de una sustanciosa asignación económica. Hoy, al ver aquella foto, sonrío. Si quieres verla aquí tienes el enlace.
Supongo que a todo el mundo que tiene una afición le pasa. Yo estoy encantado de ver que, aunque a veces no lo parezca, a medida que pasa el tiempo los resultados evolucionan y van superando a los que quedaron atrás. Sólo espero que dentro de siete años, cuando vea la foto de hoy... me haga sonreír.
Un saludo.
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