Últimamente voy de vez en cuando a Gijón, lo que no deja de ser un placer. Hace unos días, dando un paseo alrededor del Cerro de Cimadevilla me encontré para mi sorpresa con una pareja de garzas blancas (o garcetas, no estoy muy seguro de distinguirlas) en las rocas de la playa de San Lorenzo. Todas las veces que había visto estos pájaros fue en ríos o lagos, nunca en el mar, pero por lo que parece no le hacen ascos. Pongo un par de fotos. En la primera, un instante antes de dar un latigazo con el cuello y hacerse con un pececillo desafortunado.
En la segunda, la bonita pareja.
Ambas fotos están hechas con mi vieja Olympus EM-10 y el modesto 40-150 f/3.5-5.6 (90-300 en formato completo). Con este equipo no es nada fácil sacar algo decente en estas situaciones, porque la cámara no da la talla en el seguimiento del sujeto y desbarra "cantidá". Estoy intentando resistir las tentaciones al menos un año más, como tenía planeado, pero cada vez estoy más nervioso...
Saludos.
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