11/9/20

El fin del mundo

Bueno, después de tanto anochecer y amanecer cerca del fin del mundo (ver entradas anteriores), tenía que llegar al lugar en cuestión. En la imagen el cabo Fisterra, en donde, según cuentan, a los romanos se les aflojaba la tripa contemplando la mar océana.

La foto fue tomada pasadas las ocho de la tarde, un momento que en esta localización comienza a ser peligroso, ya que es la hora en la que inmensas hordas de insensatos comienzan a llegar y a aglomerarse con el objetivo de freírse a selfis, observar desde las cercanías del faro la puesta de sol, y, cuando esta termina, aplaudir con entusiasmo como si hubiese finalizado una actuación del Orfeón Donostiarra. Según tengo entendido, si completas todos y cada uno de estos pasos en este preciso lugar (y en otros similares) se te otorga una puntuación de 3,6 puntos en la escala de Gilipolling para que después puedas presumir en todas tus redes sociales. Eso sí, tiene que ser justo ahí. Si estás a más de cien metros y tu solo, ya no vale y solo consigues 0,53 puntos. Pobres influencers, que mala vida se dan.

Así que, un buen rato antes de dicho evento, ahuecar el ala e irse a cualquier otro sitio en los alrededores es una idea magnífica si no quieres comerte las colas consiguientes que se forman en la desbandada posterior.

Saludos.

Saludos.

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