17/12/20

Toxo

En la foto, entre la nieve, un humilde toxo (en castellano, tojo), una de las plantas incluidas en la lista de las cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Supongo que si eres gallego como yo, en estos momentos te estarás descojonando de risa, ya que esta es una planta autóctona en Galicia y en otras zonas del norte, pero esa es la sorprendente realidad. De hecho, en Canarias está prohibida su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio desde el año 2013, cuando también fue incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras para esa comunidad. ¿Oído, Machiñus?

Para los gallegos, el tojo, a pesar de ser una planta jodidamente agresiva al menor contacto, no deja de ser uno de los símbolos de nuestros montes, de nuestro paisaje y de nuestra tierra. Así queda reflejado en muchas canciones populares:

Detras dun toxo pequeño
díchesme un bico, neniña.
Puxécheslle tanto xeito
para que o toxo non vos vira.

En, fin. Paso a ciertas novedades técnicas. Saludos.

Un par de entradas más abajo, hablaba de que se avecinaban algunas novedades. Pues bien, en esta imagen ya se utilizó la primera de ellas: la foto se tomó con mi Olympus E-M5 III, una cámara de formato micro cuatro tercios... ¡y un objetivo Canon EF 50 mm F/1.8 de formato completo!

Ce n'est pas possible, estarás diciendo. Pues sí, y lo es gracias a este cacharro que me he agenciado:

Es un Viltrox EF-M1, un adaptador de lentes de montura EF y EF-S (las de Canon de formato completo y APS-C) a la bayoneta micro 4/3. El agujero del medio no tiene ninguna lente, está vacío, pero el artilugio conecta electrónicamente el objetivo y la cámara, de forma que se mantiene el control del enfoque automático (con cierta lentitud), y el reconocimiento de la distancia focal y el control de la apertura del objetivo desde la cámara. Unos 80 € en el continente asiático. Los hay mucho más baratos, pero sin conexiones eléctricas y, por tanto, sin las características anteriormente citadas.

De esta manera, puedo utilizar todos los objetivos que tenía para mi madurita Canon 7D (que pronto se verá afectada por otra novedad que ya ha caído en mis manos) en mi cámara Olympus. Y como esta tiene un factor de recorte de x2, las focales de las lentes se duplican. 

Así, esta imagen está tomada con un objetivo equivalente a un 100 mm F/1.8. Y por ejemplo, mi 70-300 se convierte en un equivalente a un ¡140-600 mm!. Ji, ji, ji.. Ya os contaré...

Saludos, y hasta la siguiente... Ji, ji...

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