27/4/21

Mi primera y muy humilde nebulosa

Alguna ventaja debería tener que esta página no la lea prácticamente nadie. Así, puedo usarla más como una especie de  diario fotográfico, que me permita recordar dentro de un tiempo ciertas cosas,  que como algo dirigido al público y que requiere un mínimo de calidad.

Por eso hoy pongo aquí la primera imagen que he conseguido en mi vida de una nebulosa. La foto es, muy probablemente, un compendio de todos los errores que se pueden cometer al obtener este tipo de imágenes, y por eso, entre otros motivos, su calidad es directamente mala... pero es la primera, qué carajo. Ojalá dentro de un tiempo tenga otras mejores que poner.

La protagonista es la Nebulosa de Orión (M42) que, por desgracia, casi no se ve en la foto pero que al menos se intuye. Está en la constelación del mismo nombre, a 1270 años luz de nosotros. Es decir, en la imagen aparece (poco, la verdad)  tal como era en el año 750 de nuestra era. No tenemos ni idea de cómo es actualmente. Fotografía en el tiempo, colegas...   ;)

Las tres estrellas más brillantes que aparecen alineadas en la parte superior forman el conocido"cinturón de Orión", que se identifica muy fácilmente en el cielo. 

La astrofotografía es una disciplina jodidamente exigente y complicada, sobre todo para un neófito, pero resulta muy interesante. Aún así, los vagos siempre encontramos una forma de apañárnosla: las fotos, amigos, las hice sentado en una silla... ¡desde la ventana de mi casa!   Esta es otra de las razones que explican la baja calidad de la foto.

Si a alguien le interesa el proceso para llegar a esta imagen y no tiene nada mejor que hacer, puede seguir leyendo. Al resto, saludos. 

Antes de nada, veamos cuáles son algunas de las circunstancias ideales para lograr una buena astrofotografía, y cuáles las que había en el momento de las tomas:

  • Los objetos del cielo nocturno son extraordinariamente tenues, de forma que resultan muy difíciles de captar. Para ello, lo mejor es utilizar material especializado como un telescopio decente, una rótula mecanizada, un sistema de seguimiento, etc. Todas las fotos que forman esta imagen se hicieron con el siguiente material: una cámara Sony A7 III, un objetivo 24-105 mm f/4 y un trípode de viaje.
  • Como todos intuimos, lo ideal es hacer las fotos desde un lugar lo más oscuro posible, alejado de ciudades, pueblos y carreteras, donde la contaminación lumínica sea la menor posible y el contraste en el cielo sea máximo. Las fotos se hicieron justo desde el centro de una ciudad de unos 100 000 habitantes. 
  • Cuanto más alto esté el objeto en el cielo menos afectará la contaminación lumínica. Las fotos fueron tomadas cuando Orión estaba a punto de desaparecer por el suroeste. De hecho tuve que descartar parte de las tomas porque ya aparecían en el encuadre algunas luces de las montañas que rodean la ciudad.

Ante este cúmulo de desgracias, lo único que queda es la ilusión por experimentar y el dejarse guiar por los buenos consejos de gente que realmente sabe y que comparte desinteresadamente su conocimiento en la red, en páginas como Nebula Photos, Natural Portraits o Desierto Cósmico.

Como la luz que nos llega de los objetos a fotografiar es tan poca, deberíamos intentar captar la mayor cantidad posible, y para ello:

  • Usar la mayor apertura posible de objetivo, en mi caso f/4.
  • Usar un ISO que por un lado aumente lo suficiente la señal recibida y que por otro no nos dé mucho ruido. Yo usé ISO 1600.
  • El mayor tiempo de exposición posible sin que las estrellas salgan como trazos debido al movimiento de rotación de la tierra. En mi caso, al no tener una rótula mecanizada que siga a la estrella en su movimiento aparente, y utilizando una distancia focal de 105 mm, mi tiempo fue de 3,2 segundos.

 Aquí está una de las imágenes que obtuve con esos parámetros:

Para llorar. No se ve nada. Y eso es porque esos 3,2 s es un tiempo de exposición ridículamente corto para captar una cantidad suficiente de luz que permita ver algo más que las estrellas más brillantes.

No queda otra que hacer muchas tomas y después, mediante un programa de ordenador, apilarlas todas en una única imagen en la que los tiempos de exposición de cada toma se van sumando. Yo apilé 123 fotos que me dieron un tiempo de exposición total de 6 minutos y 33 segundos. Muy poco.

Además, para minimizar los defectos de la imagen, es necesario tomar una serie de fotos de calibración (darks, flats y bias) que el programa promediará y restará de la imagen apilada. Yo use unas 60 tomas de calibración (pocas). El resultado final en una imagen de 32 bits tal como esta:

No me digas que no es para pegarse un tiro en las pelot... en un pie. A partir de esta aparente porquería comienza un procesamiento muy técnico, complicado y exigente que yo hice en PS, y que incluye la retirada de la contaminación lumínica, el estirado del histograma, la creación de máscaras de estrellas, etcétera,etcétera... y así hasta la imagen final. Porque, aunque no lo parezca, la información está ahí, en esa triste y lamentable imagen intermedia, y hay que pelearse con ella para extraerla.

Sin duda, a pesar de las lamentables condiciones en las que se hicieron las fotos y de los pobres resultados finales en este primer intento, esta es la imagen más técnica que he hecho en toda mi vida.

Acabo ya. Espero que quien haya leído todo este rollo se haya enterado, por lo menos a grandes rasgos, en que consiste la toma de fotografías astronómicas de cielo profundo. 

Saludos.





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