22/8/16

Ha nacido una estrella

Hola:

Por si aún hay alguien que con las dos últimas fotos no se haya dado cuenta, acabo de regresar de un crucero. Sí, de un crucero. Manda carallo. En mi vida me había imaginado hacer algo así, pero después de escuchar la propuesta, me pareció que es algo que, si se puede, hay que probarlo una vez en la vida.

Ya contaré algún detalle más, pero de momento ahí van mis conclusiones rápidas:
  • Ventajas: es el hotel el que te lleva. Te bajas y estás en un sitio y te subes y estás en tu habitación. Y al día siguiente, otro sitio en la puerta. Gracias a eso he conocido sitios en los que nunca había soñado estar.
  • Inconvenientes: cien por cien turismo de mogollón, y eso no es lo mío.
La imagen de hoy es una minipanorámica de dos tomas hecha a pulso, a unos treinta centímetros a la derecha del lugar desde donde debería haber sido disparada y que estaba ocupado por una mesa. Está tomada en el hall principal del barco, del que daré más datos en otra entrada. Como se puede apreciar, todo muy al gusto yanqui.
(El título va por la niña del fondo de la foto, que tuvo a bien mostrar su desparpajo en el momento justo)


 Un saludo marinero.

1 comentario:

manugal dijo...

Efectivamente, pudiendo encuadrar centrado, seria la leche. Pero aun asi es potente.
La estupided de la pasible niña yanqui es comprensible, lo dificil es comprender como se puden poner tantos colores en tan poco sitio.