5/10/17

Valencia, siglo XXI

Debo aclarar, en primer lugar, que esta página no es un sitio en el que suela reflejar mis opiniones personales sobre acontecimientos actuales, sino tan solo un fotoblog en el que además de mostrar algunas imágenes, escribo de vez en cuando sobre aspectos de la fotografía que me resultan entretenidos, y suelto simultáneamente unas cuantas paridas. Es lo que he pretendido desde el principio.

En segundo lugar, me gustaría puntualizar que la fotografía que aparece más abajo, realizada en las cercanías de la playa de la Malvarrosa, en Valencia, hace unos seis meses, fue tomada por la simple razón de que cuando estuve allí me llamaron la atención los inmensos mástiles que aparecen en ella, con las banderas ondeando al viento, y que crean, en mi opinión, una composición al menos curiosa. Es obvio, por tanto, que la bandera que aparece al lado de la española es la bandera valenciana, no la catalana, como pudiera parecer.



Ante la situación que se está viviendo estos días en nuestro país, me gustaría hacer aquí un par de reflexiones. ¿Que por qué lo hago? Esencialmente, y con todos los respetos, porque me da la gana. y porque éste es mi blog. Tengo además la ventaja de que nadie suele leer lo que escribo, así que aunque diga alguna burrada lo más probable es que pase completamente desapercibida.

Como ya he comentado en ocasiones anteriores, a finales del siglo pasado algunos incautos (por lo visto, coetáneos del "régimen del 78") estábamos medianamente convencidos de que algunas ideas que han sido propias de nuestra especie desde tiempo inmemorial, básicamente fanatismos de todo tipo (religiosos, políticos, etc), estaban a punto de pasar a mejor vida. Ja, ja, ja... ¡Qué estúpidos fuimos! Por desgracia, el nuevo siglo nos puso la horrenda realidad delante de las narices.Ya sabes: te tiroteo, te decapito o te quemo vivo delante de una cámara porque mi dios es muchísimo más chulo y molón que el tuyo. O algo más cotidiano en nuestro entorno: como no piensas lo mismo que pienso yo en cualquier asunto, o quizás no perteneces a mi tribu, eres un auténtico hijo de puta, y lo suyo sería coger dos piedras y machacarte las gónadas, repetidamente y sin piedad.

Aquí está mi primera reflexión: ¿De verdad estamos en el siglo XXI? ¿De verdad pertenecemos a esas generaciones que por vez primera en la historia de nuestra especie hemos podido ver fotografías de nuestro planeta, la única casa de la que disponemos todos, bailando una danza eterna en un vacío inconcebible? ¿De verdad somos esas personas que por fin tenemos la posibilidad de ver y oír que en cualquier lugar del mundo la gente ríe y llora por lo mismo que lo hace el vecino del piso de abajo? La verdad es, en mi opinión, que no lo parece.

La segunda cuestión o sentimiento que quiero reflejar aquí es más breve: ¡Qué pena, dios mío! ¡Qué pena que sigamos igual!

Como siempre, un saludo. Para todos.

2 comentarios:

manugal dijo...

Miquerido amigo,no puedo estar mas de acuerdo contigo, pero permiteme añadir otra especie de........(¡poner lo que querais!),que creen que otra persona por no ser de su mismo sexo o color puede ser de su propiedad, enajenando asi cualquier derecho de esta persona, y puden hacer con ella lo que quiran.

CarCamAl Fotos dijo...

Dicho queda. Un abrazo.