24/8/18

Hansel y Gretel (amores polares)

¿Quién me iba a decir a mí que nada más entrar en el Oceanario de Lisboa me iba encontrar a mis viejos amigos Hansel y Gretel en esta actitud lasciva? ¿Qué digo lasciva? ¡En plena fornicación! ¿Qué hubiese pasado, me pregunto, si en este momento hubiese entrado por la puerta el obispo de Lisboa rodeado de feligreses y agitando alegremente su hisopo entre cánticos y salmos?
Pensándolo bien, me parece que a Hansel y a Gretel, como a tantos otros, les daría igual...


Gélidos saludos.

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