23/11/19

Hace falta calor

Leía ayer en un artículo de La Voz de Galicia que por estos lares estamos a punto de batir un nuevo récord: el de días consecutivos en los que ha llovido en la comunidad. Vamos por 22 y, si se cumplen los pronósticos, acabaremos alrededor de los 29 o 30.

Cierto es que todavía me siento con fuerzas para resistir las tendencias suicidas que comienzan a asaltarme, pero he de confesar que empiezo a estar hasta las gónadas de esta situación. Yo no pido mucho, de verdad. Solo un par de días de asueto. Apenas unas horas para comprobar que el Sol, además de ejercer su fuerza gravitatoria sobre nosotros, puede seguir haciendo aquello que nos enseñaron en el colegio: dar luz y calor.

Después de pasar una semana con un frío tremendo en Finlandia y de que me nevara encima, vengo de vuelta y por las noches no puedo dejar de soñar con un traje de neopreno. ¡Misericordia!

Es por ello por lo que necesitaba trabajar sobre una imagen cálida y reconfortante, como la que pongo hoy, que me recuerde que es posible que haya una luz al final del túnel.


Glub, glug... Quiero decir... saludos.

Nota: esta foto va especialmente dedicada a mi estimada cuñada María José y a su puta, putísima lluvia.

No hay comentarios: