16/10/10

Sevilla

Hola:

Y faltaba la tercera cámara en discordia. Esta foto está tomada en Sevilla con mi compacta Canon G10. Cuando la compré hace un par de años era una de la tres o cuatro compactas que había en el mercado capaces de tomar imágenes en formato RAW, algo esencial para mantener el control posterior sobre la imagen. La verdad es que la utilizo menos de lo que debiera a la pobre.

Canon G10. 1/80 f/3,5 ISO80

Ya sé que las desaturaciones selectivas como la que dejo hoy son un poco horteras, pero hacía mucho tiempo que no usaba este tratamiento. Siento el recorte por la izquierda pero no había más espacio para fotografiar sin correr el riego de morir cantando sevillanas bajo las ruedas de un camión.

Saludos.

4 comentarios:

Víctor González dijo...

No entiendo lo de "desaturaciones selectivas un poco horteras". Me suena a chino. La foto es bonita y punto. Olvídate de los HDRs, desaturaciones, saturaciones y demás zarandajas y piensa en la maldita foto: no hay más. Cuando yo era fotógrafo profesional fotografié una vez a un modelo que venía directamente de una sesión en Los Ángeles con Bruce Weber. El chico traía unas "hojas de contactos" que le había regalado el propio Bruce. Y todas las fotos de los contactos eran fantásticas. Fantásticas. Después de verlas y admirarlas a conciencia el chaval me dijo que Bruce las había hecho todas con una cámara de cartón, de las de usar y tirar -acababan de aparecer esas cámaras, eran los años 80-.
O sea que la foto estä en el ojo y la técnica es una bobada. ¿Qué más da la técnica? Cada uno tiene la suya.
Un abrazo,

Carcamal dijo...

Amigo Víctor, además de agradecerte tu comentario comprendo perfectamente tu punto de vista y espero que comprendas que no lo comparto.

Ojalá tuviese yo el ojo, la inspiración y el gusto de un buen fotógrafo. Sí, uno de esos que casi de espaldas hace unas tomas maravillosas que nos dejan flipados, pero los únicos ojos que tengo son los míos, y aparte de intentar educarlos, poco más puedo hacer.

Nadie duda que lo que único que importa finalmente en una foto es eso, la foto. Pero algunos como yo gozamos también con todo el proceso que conlleva su consecución.

No olvides que me gano la vida enseñando física, y que soy una de las pocas personas de este país que, cuando se compra un aparatejo, se lee de pe a pa el libro de instrucciones para conocer todas las posibilidades que ofrece el cacharrillo. Sé que suena aburridísimo, pero para mí no lo es.

Espero que no suene pedante, pero si tan siquiera pudieses sospechar (lo siento, no puedes) las ma-ra-vi-llas que ocurren desde que el rayo de luz toca la primera lente del objetivo hasta que su presencia queda registrada en el sensor, me comprenderías mejor. Parafraseando a uno de los padres de la física cuántica "no es sólo mas maravilloso de lo que imaginábamos, es más increíble de lo que podemos imaginar"

No quiero ponerme pesado con el resto de las etapas hasta que "aparece" la imagen final que, como dices, es el objetivo último.

Llevo cinco años estudiando la parte técnica de la fotografía digital y me encanta, como me encantó en su momento la técnica de la guitarra, del futbolín o del procesamiento digital del sónido. Ahora estoy empezando con la iluminación con flash, y otra vez estoy flipando.

Mi intención al empezar esta página fue hacer un blog no de fotografías sino de "fotografía", lógicamente de aficionado. Es por eso que en casi todas las entradas hago un pequeño comentario técnico. Como, al final, los únicos que os pasáis por aquí sois los coleguillas, entiendo que estas cosas no interesen demasiado, pero a mi me molan. Verás en la nube de etiquetas que sólo hay una entrada con la etiqueta "Técnica", pero es una de mis entradas favoritas.

Así que, lo siento pero me parece que gozo más que tú con las fotos. Gozo cuando me gusta una imagen, pero también admirando la técnica que conlleva. Y siempre la hay, hasta con cámaras de cartón. ;-)

Un abrazo y perdón por el rollazo.

Víctor González dijo...

Vale. No me he explicado bien. Por supuesto que la técnica no es una bobada; era una forma de hablar. A mi me encanta la técnica. Y sin técnica no hay nada, está claro. Por otra parte, sí sé de la increíble emoción que supone leer un manual técnico. Yo también la experimento. Pero me has recordado a un amigo de Vigo, abogado (Dal), que en cierta ocasión al ver mi expresión en la librería Versus, observando yo asombrado que se llevaba 6 ó 7 tochos de Derecho Canónico, Derecho Romano, etc., que medían casi un metro de altura, me dijo: "Víctor, no puedes ni sospechar la increíble excitación intelectual que le produce a un abogado la lectura de todo esto".
O sea que estamos de acuerdo. Como bien decía Chesterton: "Quédense ustedes todos sus libracos en prosa y en verso, y a mi déjenme llorar lágrimas de emoción ante un horario de ferrocarril".
Un abrazo,

Carcamal dijo...

Ahora si, estamos de acuerdo, lo cuál tampoco es que sea necesario.

La frase de Chesterton, escarallante. No la conocía.

Apertas.