24/10/10

Tánger

Hola:

Va a llegar el invierno y yo aún ando a vueltas con las fotos del verano, las últimas con mi 350D. Así que hoy voy a hacer una entrada diferente de las habituales. Se trata de un minireportaje de una brevísima visita a la ciudad de Tánger, en Marruecos. Hay, por lo tanto, más fotos que lo que es habitual.

Apenas fueron unas horas, zarandeados por un guía turístico preocupado por sus comisiones, pero... la primera vez que pongo los pies en África. ilusion Andando:

La arribada:




La serpiente que tiene en las manos este individuo de indumentaria desconcertante fue la primera que toqué en mi vida. Como consecuencia, la sección femenina de la carcamalada no me permitió que las tocara hasta que pude entrar en algún sitio a lavarme las manos. risa

Qué bonito sería poder pasear el zoco y ver sus tiendas si no hubiese que esquivar cada cuatro minutos a un "vendedor" que intenta colocarte basura barnizada de recuerdo típico. Seguramente hubiésemos comprado alguna cosa bonita, que las había, pero con el agobio se acaban las ganas.


Y la partida. Un virado "a la plata":


Un saludo transcontinental para todos. risa_burla

6 comentarios:

Víctor González dijo...

¿Tacto de la serpiente? Aterciopelado o como fieltro ¿no? Al menos así lo recuerdo yo de una que cazé de chaval en O Rosal. Por cierto que un primo mío y yo entonces, haciendo gala del clásico amor que profesan los niños a los animales... la quemamos viva.
Un abrazo,

Carcamal dijo...

No sabría describirlo de forma exacta, pero te diré que menos "plástico" y frío de lo que sospechaba. Y no me causó ningún rechazo.

Teniendo en cuenta el destino de la serpiente que comentas, a partir de ahora procuraré extremar mi educación cuando responda a tus comentarios. :-D

Saludos.

Víctor González dijo...

Te diré, Carlos, que previamente la inundamos en gasolina. ¡Así de tiernos somos de niños!
Un abrazo,

Carcamal dijo...

Te entiendo perfectamente, Víctor. Una de las maneras en las que matábamos las horas en Xunqueira cuando yo era niño era cazar renacuajos (cágados), ponerlos en el suelo y reventarlos con una piedra. Pura poesía. Supongo que todos podemos contar alguna animalada similar.

P.D.: Échale un ojo a estas fotos.

Anónimo dijo...

Creo que como aprendiz de brujo-psiquiatra debo introducir un concepto en esta coyuntura. Es habitual ante este tipo de descripciones de traumas infantiles ( obviamente,en vuestro caso,inflinjidos a otros animales)aludir a su relacion con la posterior aparicion de todo tipo de desviaciones sexuales (ponerse las braguitas de mamá ,tocar a niñitas etc... yo que se..) ; esto ha sido no aceptado por todas las lineas de pensamiento psiquiatrico, pues otras de tipo más conductista ( recordais a Pavlov y su perro) opinarian que se trata simplemente de animalidad adquirida en el sistema educativo del nacionalcatolicismo. Lo cual sin duda yo comparto.

Carcamal dijo...

¡Luisiño, eres tú! Bienvenido por estos lares.

Te descubrí porque... semejante majarada sólo puede ser obra tuya.

Un saludo.