25/3/21

Oseira

Aprovechando que momentáneamente la coyuntura se presenta algo más favorable, el fin de semana pasado me fui a dar un voltio con unas amigas por algunos lugares próximos de la provincia. Arrancamos en el Monasterio de Oseira, con una visita guiada a las doce de una mañana fría y completamente soleada, lo que es garantía de una luz durísima que daba ganas de llorar de espanto. Incluso la luz que entraba por las ventanas provocaba en mí llantos desconsolados que procuré disimular maldiciendo en susurros para no molestar al resto de visitantes. Aún encima, como ya he comentado, todavía me siento un pato con mi nueva cámara, así que el desastre estaba asegurado, y eso fue más o menos lo que sucedió.

En los lugares donde había ventanas el contraste entre luces y sombras era tan pronunciado que lo mejor hubiera sido tirar de HDR para fusionar varias exposiciones, pero con mi actual torpeza si me pongo a configurar la cámara se me escapa la visita. En la escalera donde se tomó la foto que aparece más abajo me llamó mucho la atención la luz que proyectaba la ventana sobre la pared, así que apuré todo lo que pude la exposición y disparé con pocas esperanzas. Al ver la foto en el monitor de la cámara se confirmaron mis presagios con una imagen oscurísima y la ventana refulgiendo como un sol. Así que, tras mentar en varias ocasiones a la madre de San Benito, continué la visita dando la foto por perdida.

Pero amigos, esta cámara es la leche. Aún disparando en RAW comprimido (12 bits frente a los 14 del RAW sin comprimir) permite subir las sombras de una forma impresionante sin que aparezca una cantidad de ruido inasumible y manteniendo una definición más que suficiente. Aquí está la imagen final.

Probablemente esto no se entienda sin ver la imagen original, así que añado un "antes y después" (en la versión para teléfonos móviles de esta página, no funciona. Lo siento) :

Antes Después

Saludos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya cambio!