13/5/21

Experimentos e historias

Ando estos días experimentando con un cacharrillo nuevo para hacer algunos apaños. Como seguro que le doy al pico, primero dejo la foto y suelto el rollo friki después, por si a alguien le interesa, cosa que dudo. La imagen es una panorámica de cinco tomas que disparé ayer desde el Puente Viejo al atardecer.

Las fotos se tomaron con una cámara Sony A7 III y... un objetivo Canon EF 50 mm f/1.8 II. Ese es el tinglado que trato más abajo, para mí y para los que no tengan nada mejor que hacer. A los demás, saludos.

Hace unos meses compré la cámara Sony con un único objetivo, un 24-105 f/4, fundamentalmente por darme el capricho de disponer de una cámara de formato completo, y la verdad es que estoy muy contento con el conjunto. El 24-105 es un objetivo todo terreno de gama media, pero los objetivos pata negra para este formato son muy caros y ya tengo bastante cacharrada en casa, ya que vengo de una réflex Canon 7D con varios objetivos y además tengo un equipo Olympus de formato micro cuatro tercios, con otros tantos cristales.

Es un hecho conocido y desafortunado que casi cada marca de cámaras tiene su propia bayoneta (el "enchufe" que tiene la cámara para conectar el objetivo) de forma que los cristales de Nikon no valen para una Canon, estos no valen para una Sony, y así sucesivamente. A no ser... que se utilice un adaptador. Este cacharro es un simple tubo que por un lado se conecta a la cámara (en este caso con una bayoneta Sony E) y en el otro extremo tiene otra bayoneta distinta para conectar el objetivo (en mi caso, una Canon EF). 

Hay adaptadores que no tienen conexiones eléctricas entre cámara y objetivo, y son superbaratos. Lo malo es que solo valen para objetivos que sean completamente manuales, y los que yo tengo no lo son. Así que tuve que gastarme algo más de pasta y hacerme con uno que sí tiene esas conexiones. Estos permite controlar la apertura del objetivo desde la cámara (algo imprescindible en mi caso) y, supuestamente, usar el enfoque automático. Según dicen por ahí, lo más caros sí permiten enfocar, pero tiene unos precios que asustan. El que yo compré, desde luego no permite hacerlo, así que, en lugar de apretar un botoncito en la cámara toca tirar de enfoque manual, esto es, girar el anillo del objetivo hasta enfocar en el punto deseado. ¿Y hacer eso es fácil? Pues depende...

Por un lado depende de la precisión que se necesite, que en la foto de más arriba, tomada a f/11, no era ni mucho menos crítica, pero yo estaba experimentando y quería ver si podía clavar el enfoque. En otras situaciones, enfocar un par de centímetros (o mucho menos) por delante o por detrás del punto escogido puede arruinar completamente una foto.

Por otro lado, depende del objetivo utilizado y de la calidad de su anillo de enfoque. El 50 mm f/1.8 que yo utilicé es, probablemente, el objetivo más económico de Canon. Algunos lo llaman "el plastiquete", pero a pesar de eso es un cristal con una relación calidad óptica-precio reconocida e imbatible. Eso sí, el "anillo" de enfoque es una put... pesadilla: tiene un ancho de unos 5 mm y, en ocasiones, al retirar los dedos tras enfocar, se mueve ligeramente y vuelta a empezar. Es decir, si buscas precisión es un calvario, aunque, afortunadamente, las cámaras actuales tiene varios sistemas de ayuda al enfoque manual.

En fin, lo que importa es que, tras algunas pruebas con este y otros objetivos, he comprobado que es posible utilizar algunos de mis objetivos Canon con mi cámara Sony utilizando este adaptador, aunque solo en unos pocos casos puedo utilizar el enfoque automático. Así que, sin meterme en más desembolsos, tengo un 50 f/1.8, un 105 f/2.8 Macro, un 70-300 f/4.5-5.6, y algún otro con ciertas limitaciones. Chachi.

Aunque en esta época en la que todo el mundo fotografía con su teléfono móvil y los sistemas de enfoque automático son magníficos casi nadie utiliza el enfoque manual, esta era la norma hasta no hace tantos años como pueda parecer. Las primeras cámaras con enfoque automático aparecieron hace unos cuarenta años, así que cualquier fotógrafo que lleve más años en esto se descojonará con razón de lo todo lo que he dicho.

Saludos de nuevo.

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