Amigos, esto de la fotografía es un asunto que exige de cierto número de cacharros que, por cierto, no son nada baratos. Como en muchas otras actividades, si te dejas llevar empiezas a almacenar cachivaches y a gastar pasta como un loco, así que los simples aficionados intentamos echar el freno y mantenerlo apretado mientras resistimos la tentación todo lo que podemos.
Todo esto viene a cuenta de que hace ya mucho tiempo que me ronda la idea de hacerme con un objetivo más angular para mi equipo que permita tomas con campos de visión más amplios. En mi 7D dispongo de un 17-50 mm (que equivale a un 28-80 en 35 mm) y en la E-M10 de un 14-42 (con una equivalencia similar al anterior), ¡y en muchas ocasiones se me quedan cortos, los jodiós! De momento sigo aguantado, ya veremos hasta cuando...
Mientras tanto vamos arreglándonoslas como podemos, por ejemplo tomando varias fotos para montarlas después en una panorámica. Es el caso de esta imagen de hace un par de años, en las Médulas: no puedo irme más hacia atrás y el objetivo no da más de sí, así que tomo un par de fotos en vertical y a ensamblarlas se ha dicho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario